Para ello necesitaremos...
Ingredientes
2 Calabacines grandes y lo más rectos posible
Los restos de cordero que tenemos en el refrigerador
Sal
Pimienta
Opcional:
Fumet de verduras
Grasa de Oca
Preparación
Si no lo hemos hecho, desmenuzaremos el cordero en trozitos pequeños. Lo podemos hacer con la mano, aunque si se quiere se puede hacer con cuchillo. A mi personalmente me gusta la rudeza de deshilar manualmente la carne.
Ponemos al fuego un cazo con la salsa (gelificada) que tengamos del cordero y levantamos hervor a fuego lento. Cuando esté derretida incorporamos el cordero desmenuzado y dejamos que se caliente suave. Si vemos que la salsa no es suficiente podemos incorporar un poco de caldo de verduras y si queremos darle un extra de sabor... una cucharada de grasa de oca.
Fotografía Finetea Comunicación
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Ahora colocamos en cruz dos tiras de calabacín y, en el centro, colocamos una porción de nuestro cordero en salsa. Cerramos nuestros raviolis alternando las aspas de la cruz, con esto evitaremos que se nos desmonte Así montaremos tantos raviolis como necesitemos.
Ponemos una sartén al fuego apenas barnizada con un poco de aceite y doramos los raviolis por ambos lados.
Presentación
En un plato rectangular u ovalado colocamos uno o dos raviolis y salseamos.
Fotografía Finetea Comunicación
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Lo podemos acompañar con unas frutas (melocotón, albaricoque, piña...) caramelizadas o, como el de la foto, con un chutney de mango.
Fotografía Finetea Comunicación
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El éxito está asegurado.
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