El pasado mes de enero disfruté, en compañía de mi chica y unos buenos amigos, de un excelente almuerzo en Casa Solla (Poio-Pontevedra). Pepe Solla, autodenominado chef autodidacta (que modestia), nos ofreció un repertorio gastronómico lleno de sensaciones visuales, olfativas, gustativas y, porque no, sonoras que regamos con un excelente y equilibrado champagne.
Una imagen vale mas que mil palabras
Si tenemos que poner un pero... el servicio... orientado al cliente pero un poco inseguro en la parte conceptual del menú. Y para uno de mis amigos, arquitecto, la decoración.....
Pepe Solla un crack, entre las mesas, atendiendo a los clientes y compartiendo la experiencia con ellos.
MÁS QUE RECOMENDABLE!!!!!!!!
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